Hoy en día, saber inglés es de vital importancia de cara al mundo laboral y a la época formativa. Durante la época estudiantil, será requisito indispensable para pasar ciertas materias o acceder a más de una beca o curso superior. En la laboral, es exigido para acceder a muchísimos puestos que no aceptan una persona con desconocimiento del idioma entre sus filas. Así que, es de vital importancia que nuestros hijos comiencen a estudiar inglés lo antes posible, y, a poder ser, que lo incorporen en su vida como otro aspecto más, para alcanzar el mayor nivel de la forma más fácil y natural, al igual que aprendieron su primera lengua.
Hay una serie de pautas y procesos que podemos seguir en casa para incorporar el inglés a la rutina de nuestros hijos, y que se convierta en algo que disfruten, y no en una asignatura obligatoria del colegio. A continuación os dejamos unas cuantas que esperamos os sean de ayuda con los más peques en esta tarea.
Incorporar el idioma a sus actividades lúdicas es una de las formas más ideales de que asocien este idioma con algo divertido y no les suponga una carga o sientan que están haciendo más deberes. Podéis enseñarles, por ejemplo, vocabulario utilizando sus juguetes favoritos.
Desde una cocina de juguete, pasando por animales de plástico hasta coches o muñecas, la fuente de palabras que podéis sacar y enseñarles es infinita. Podéis intentar que os pidan esos juguetes con su palabra inglesa para que se los deis, o pensar en algún sistema de recompensas según la cantidad de juguetes que sean capaces de nombrar.
El límite está en vuestra imaginación. Si preferís usar juegos específicos destinados a este fin, podéis leer este artículo del British Council en el que encontraréis varios juegos y su descripción. Todos divertidísimos y perfectos para poner en práctica en casa.
Los juegos no son ni por asomo la única manera de divertirse aprendiendo. Podéis organizar infinidad de actividades en familia y llevarlas al terreno del inglés de forma bastante fácil. Todos tenemos en mente planes tan comunes como ver la televisión en inglés, utilizar películas etc. Pero tenemos muchas más posibilidades más allá de esto.
La lectura es algo que se debería fomentar desde bien temprano en cualquier niño. Si tenemos la suerte de que a nuestros hijos les guste leer o escuchar cuentos e historias, podremos incorporar también esta actividad a su aprendizaje del idioma. Empezar a incluir cuentos y libros en inglés puede ser treméndamente útil, ya que hay muchísimos ejemplares muy llamativos con los que pueden interactuar para aprender colores, animales, la hora, los días de la semana e infinidad de conceptos. Estos libros interactivos para los más pequeños parecerán otro juego más que el niño aceptará encantado.
Y para los más grandes, podemos ir incorporando cuentos un poco más elaborados en los que empiecen a leer frases completas y así, ir trabajando un poco en la parte gramatical de forma gradual. Ayudarnos de las ilustraciones de estos libros con repeticiones de frases tan sencillas como “Where is the red car?” o “What colour is this?” , convertirán el aprender inglés en una actividad de coser y cantar para ellos.
Y si sois de esas familias con mucho trabajo y poco tiempo libre, de nuevo podemos contratar a una babysitter que realice este tipo de actividades con los más pequeños.
Como veis, no hace falta salir de casa para que nuestros hijos empiecen a familiarizarse con el inglés lo antes posible. La clave está en tener imaginación y dedicarles un ratito todos los días, para que lo adapten como rutina diaria. Siguiendo estas pautas, en poco tiempo podéis obtener infinidad de resultados,