La importancia del inglés en la educación de los más pequeños hoy en día es una realidad, ya que su dominio será clave de cara a su futuro académico y laboral. Es por ello que cada vez más padres deciden sumergir a sus hijos en el mundo anglosajón lo máximo posible, no sólo a través de clases y cursos sino incluso dentro de su rutina diaria y del propio hogar, pero ¿cómo enseñar inglés a tus hijos?
Para muchos es bastante fácil, ya que ellos mismos dominan el idioma y pueden servir de apoyo y práctica para sus pequeños, convirtiéndose en ambos, padre y “playmate”. Pero, ¿qué pasa con aquellos padres que tampoco dominan el idioma pero quieren echar una mano a sus hijos con ello? Hay muchas maneras en las que podéis echar una mano a vuestros hijos y, lo que es mejor, aprender junto a ellos. Si os interesa saber cómo, sólo tenéis que seguir leyendo este artículo.
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que nunca es tarde para aprender. Que no hayamos tenido una formación académica en cualquier ámbito no quiere decir que no podamos aprender ahora. Así que, ¿por qué no aprovechar y aprender junto a vuestros hijos? Siendo de corta edad, su temario será básico e ideal para que vosotros también podáis aprovecharlo.
Así, el ayudarles a repasar la lección o con los deberes se convertirá también en vuestro propio tiempo de aprendizaje, lo cual significa que estaremos aprovechando ese tiempo el doble, pasando tiempo con nuestros hijos y ayudándoles a la vez que aprendemos nosotros.
Imagina lo divertido que puede ser ese tiempo si sabéis aprovecharlo; podéis preguntaros la lección mutuamente, organizar mini concursos para ver quién sabe más palabras de vocabulario del tema o quien conjuga mejor los verbos… incluso podéis idear algunos premios para el ganador de cada parte.
La clave es tener imaginación pero sobre todo ponerle ganas, si tu hijo piensa en el inglés como algo divertido y como un momento de reunión familiar, hará que su actitud sea mucho mejor y que aprenda más rápido. ¡Y lo mismo se aplica a ti! Disfruta del aprendizaje y del tiempo en familia, y verás cómo sois capaces de ayudaros mutuamente.
Otra manera obvia de aprender inglés junto a tus pequeños o de echarles una mano aunque no tengas mucha idea, son los juegos. Hay infinidad con los que podéis divertiros y aprender a la vez, pero aquí os voy a deja una lista de nuestros favoritos, para que tengáis dónde escoger.
En general, podéis sacar partido a cualquier actividad del día a día. Por ejemplo, cambiad sus cuentos de buenas noches por cuentos en inglés y leedlos juntos, buscad series animadas en VOS o VOSE o estableced como norma el utilizar ciertas frases sólo en inglés, especialmente cuando quieran conseguir algo con ellas, como “tengo sueño” o “tengo hambre”.
Poco a poco iréis adoptando el inglés como una parte más de vuestra vida, y lo más importante, una divertida si se hace bien. Todos os beneficiaréis de esto y sentiréis la satisfacción de no sólo ayudar a vuestros pequeños, sino de también hacerlo con vosotros mismos y de alcanzar un nuevo reto.