No son pocas las familias que renuncian al hecho de viajar cuando los niños son pequeños por los problemas de gestión, movilidad y organización que puede acarrear una escapada de todos sus miembros al completo. Lo más común es que los padres tiendan a cambiar los viajes de larga distancia en avión por lanzarse a la carretera en coche procurando disfrutar de su tiempo libre en zonas más próximas a sus lugares de residencia, pero ¿por qué ha de ser así? Está demostrado que conocer otras culturas ajenas a la que nos rodea potencia la empatía y la tolerancia desde la niñez. Es en este tipo de viajes culturales donde los más pequeños caen en la cuenta de la diversidad existente en el mundo que […]